Michelle Thompson, una mujer británica con un raro padecimiento que la hace sufrir cerca de 300 orgasmos diarios, dijo que por fin parece haber encontrado su cura: Un hombre que no se siente intimidado y está dispuesto a quitarle las ganas de más.
En declaraciones al tabloide británico 'News of the World', Thompson dijo que dejó atrás una serie de relaciones fracasadas y "ahora tengo una enorme sonrisa en mi cara todo el tiempo, y no sólo por los orgasmos".
Su novio es un hombre de 32 años de edad, Andrew Carr, quien ha estado saliendo con ella desde hace seis meses, y con quien dice hacer el amor hasta 10 veces al día.
"Andrew ha cambiado mi vida. Ya no busco más una cura para mis orgasmos, la encontré", aseguró.
Thompson padece de "Síndrome de Excitación Sexual Persistente", una rara condición médica documentada que provoca una excitación constante que en ocasiones no se sacia ni con sexo, ni con orgasmos.
Aunque parezca un mal soñado, personas que lo han padecido han llegado a describir una vida infernal con un deseo constante que no se apaga, a cualquier hora del día y en cualquier lugar.
De hecho, Thompson tuvo que dejar su trabajo en una fábrica de galletas por no poder disimular su condición, dice el tabloide.
Personas que han sufrido el síndrome han llegado a pensar en el suicidio para apagar deseos nunca satisfechos (excepto al dormir), y la causa es un misterio que se cree puede radicar en el sistema nervioso.
Otro diario, 'The Daily Telegraph', también cita el caso de Sarah Carmen, una mujer de 24 años de edad que sufre de 200 orgasmos al día: "A veces tengo tanto sexo para intentar calmarme, que me aburro".
En el caso de Thompson, la mujer relató una serie de relaciones fracasadas con hombres que no hallaban como satisfacerla.
Su primer novio le duró meses, otros se dieron por vencidos por agotamiento, y uno le llegó a decir que la dejaba porque era "un hombre, no una máquina", dice "News of the World". Sin embargo, con su novio actual parece que la cosa es distinta: "Me preocupé porque se fuera a cansar de mí como todos, pero cuando le dije se rió y me dijo que él me cansaría primero".
En declaraciones al tabloide británico 'News of the World', Thompson dijo que dejó atrás una serie de relaciones fracasadas y "ahora tengo una enorme sonrisa en mi cara todo el tiempo, y no sólo por los orgasmos".
Su novio es un hombre de 32 años de edad, Andrew Carr, quien ha estado saliendo con ella desde hace seis meses, y con quien dice hacer el amor hasta 10 veces al día.
"Andrew ha cambiado mi vida. Ya no busco más una cura para mis orgasmos, la encontré", aseguró.
Thompson padece de "Síndrome de Excitación Sexual Persistente", una rara condición médica documentada que provoca una excitación constante que en ocasiones no se sacia ni con sexo, ni con orgasmos.
Aunque parezca un mal soñado, personas que lo han padecido han llegado a describir una vida infernal con un deseo constante que no se apaga, a cualquier hora del día y en cualquier lugar.
De hecho, Thompson tuvo que dejar su trabajo en una fábrica de galletas por no poder disimular su condición, dice el tabloide.
Personas que han sufrido el síndrome han llegado a pensar en el suicidio para apagar deseos nunca satisfechos (excepto al dormir), y la causa es un misterio que se cree puede radicar en el sistema nervioso.
Otro diario, 'The Daily Telegraph', también cita el caso de Sarah Carmen, una mujer de 24 años de edad que sufre de 200 orgasmos al día: "A veces tengo tanto sexo para intentar calmarme, que me aburro".
En el caso de Thompson, la mujer relató una serie de relaciones fracasadas con hombres que no hallaban como satisfacerla.
Su primer novio le duró meses, otros se dieron por vencidos por agotamiento, y uno le llegó a decir que la dejaba porque era "un hombre, no una máquina", dice "News of the World". Sin embargo, con su novio actual parece que la cosa es distinta: "Me preocupé porque se fuera a cansar de mí como todos, pero cuando le dije se rió y me dijo que él me cansaría primero".
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