lunes, 23 de agosto de 2010

Una joven simula padecer cáncer y recauda miles de dólares para irse a Disney

Una joven canadiense de 23 años simuló padecer cáncer con el objetivo de aleccionar a sus padres por haberla “tratado mal” en su infancia. Creó un perfil en la red social Facebook y realizó dos recitales a beneficio, a través de lo cual recaudó más de 12 mil dólares.


Según el sitio español 20 minutos, en 2008, Ashley Kirilowaseguró que padecía cáncer de pecho, de hígado, de estómago, de ovarios e incluso un tumor cerebral, por lo que su muerte era inminente.

Tras la negativa de sus padres de darle dinero para financiar su tratamiento, la joven decidió afeitarse la cabeza y las cejas y tatuarse en los nudillos de los dedos “Won’t quit” (No renunciaré). “Quiero decirte, antes de morir, que eres la peor madre del mundo”, le dijo a su madre.

Kirilow creó en Facebook el grupo “ Change for a Cur”, a través del cual pedía donaciones para poder tratarse y donde más de seis mil personas se unieron. También organizó dos recitalespara conseguir más fondos para su “tratamiento”.

Este año su padre descubrió la mentira luego de que su hija utilizara lo recaudado para viajar a Disney World, entre otras cosas, y luego se declarara en bancarrota.

La joven admitió el engaño y permanece en prisión, a la espera de ser juzgada por fraude. Además de pedir perdón, la falsa enferma prometió recuperar el dinero y darlo “a caridad”.

En tanto las personas que colaboraron para ayudarla a curarse, siguen visitando la página en Internet para manifestar su indignación.

sábado, 21 de agosto de 2010

La ultima moda en Japon: venta de bragas frias

Una manera interesante para combatir el calor del verano al estilo japonés.

Hay máquinas de venta de bragas frias por 1.000 yenes ( 11,6 dólares ) . Si el clima es muy caliente, una chica puede comprar unas y usarlas . El fabricante dice que las bragas también son adecuadas para usar en la cabeza.





viernes, 20 de agosto de 2010

Una curiosa anecdota sobre el gran Enrico Caruso


Viviendo Enrico Caruso en los EEUU, cuando ya la mayor parte de Europa estaba en guerra, recibió la visita de cinco compatriotas.

---Señor Caruso -le dijeron-, nosotros dejamos América y vamos a Italia a combatir. En el teatro donde usted actúa, jamás hemos podido poner los pies. Somos pobres.

-¿ Y qué es lo que ustedes desean ? les preguntó amablemente el célebre tenor.

-Vamos como decimos, a la guerra. Tal vez moriremos en ella. Pero antes quisiéramos sentir al gran Caruso. Hemos reunido doscientos dólares. Son pócos. Poquísimos, más es todo lo que poseemos y desearíamos que por esa suma usted cante una canción, una sóla canción para nosotros.

A Caruso se le humedecieron los ojos. Un gran nudo oprimía su garganta de oro. Cuando se recobró lo suficiente como para poder hablar, les dijo:

-¿ Una canción ? ¡Todas la que ustedes quieran ! Y esos doscientos dólares llévenselos a vuestras madres.

Y Caruso cantó toda una noche para aquellos cinco compatriotas que iban a la guerra, y lo hizo con todo el ardor y sentimiento de que era capaz.