martes, 23 de marzo de 2010

Whizzinator: Pene falso, orina falsa...

El Whizzinator es un ingenio tecnológico que pretende facilitarle la vida a aquellas personas que, actuando bajo el principio de la frase referida arriba, aún así son víctimas de controles y sanciones. El Whizzinator es un artefacto para engañar inquisidores, perseguidores, funcionarios vigilantes de sistemas orwellianos. Porque hecha la ley, hecha la trampa. Pero descubierta la trampa, impuesto el castigo

El Whizzinator fue un dispositivo (un invento) para zafar de los controles de orina. Explicaba la revista argentina de cultura cannábica TCH en una nota sobre el artefacto: “Se trata de un strap con una prótesis peneana, que se usa debajo del calzoncillo y tiene en su interior un contenedor líquido. Viene con un concentrado de orina sintética para mezclar con agua caliente y bandas de calor que mantienen la muestra a temperatura, como recién salida de la vejiga”.

Es increíble, es así. El Whizzinator es un falso pene, con falsa orina, para zafar de los controles antidoping. Lo inventaron en Estados Unidos hace cinco años. Tomó público conocimiento y cobertura de los medios en mayo del 2005, cuando un jugador de fútbol americano fue descubierto con uno de éstos en un aeropuerto, y posteriormente inhabilitado para jugar. Antes de que esto ocurriera, quien fuera ese jugador, venía drogándose tranquilamente y desarrollando a la vez su actividad profesional sin ningún problema. Claro, cuando cayó junto a su equipo Whizzinator, se le terminó la fiesta.

¿Cómo se podía conseguir? Bastaba, y está bien referirse al pasado, con entrar a la página oficial del Whizzinator original, Whizzinator.com, que se promocionaba como “Pase sus tests antidrogas”, y familiarizarse con las maravillas y posibilidades de este artefacto. Se vendía por 150 dólares y el pene falso es reutilizable. A la vez, el concentrado de orina falsa se compraba por separado. En la página había un muestreo de cinco colores de penes distintos para comprar, según el color de piel de su futuro usuario. Los había en blanco, bronceado, latino, marrón y negro. Tamaño normal para no generar sospechas.

En una sección de testimoniales de la página del producto, donde los usuarios daban fe de su excelencia y fiabilidad (bien al estilo compre ya!), se leían cosas como: “Whizzinator rocks!” O: “Tengo 32 años, hace 10 que fumo marihuana y hace 2 que trabajo en un lugar donde hacen controles de orina. Gracias a Whizzinator pasé todos mis exámenes de orina, y nunca tuve que dejar de fumar porrito”.

Sin embargo, el reinado de Whizzinator fue breve. Perseguido por las autoridades de los Estados Unidos, que consideraron la fabricación de este aparato como una defraudación a la administración gubernativa de sustancias tóxicas y salud mental, en octubre del 2008 la justicia canceló los dominios de Internet de la compañía donde se podían comprar los productos. En noviembre del 2008, Gerald Wills y King Robert Catalano, dueño de Puck Technology, creadores y fabricantes del Whizzinator, se declararon culpables de defraudación ante una Corte federal, poniendo fin al fugaz e ingenioso imperio del pene falso y la orina trucha.


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