lunes, 8 de marzo de 2010

El verdadero nombre de Dios

En las Biblias evangélicas encontramos que a Dios se lo nombra como a «Jehová»


y en las Biblias católicas le nombran «Yahvé»


¿De dónde viene la palabra «Yahvé» o «Jehová»?


Esta palabra es una palabra hebrea, el hebreo es el idioma de los israelitas o judíos del Antiguo Testamento. En este idioma no se escribían las vocales de una palabra sino únicamente las consonantes. Era bastante difícil leerlo correctamente, porque al leer un texto hebreo, uno mismo debía saber de memoria qué vocales tenía que pronunciar en medio de las consonantes. El nombre de Dios: «YO SOY» se escribía con cuatro consonantes: Y H V H que los judíos de aquellos tiempos, al conocer las vocales lo pronunciaban correctamente. «Yo soy el que soy».

Los israelitas de aquella época tenían un profundo respeto por el nombre de Dios. Era el nombre más sagrado, porque Dios mismo se había dado este nombre.

Con el tiempo, por respeto al nombre propio de Dios, dejaron de pronunciarlo, y cuando ellos leían en la Biblia el nombre de Dios, en su lugar decían otro nombre: «Edonai» (el Señor). Resultó que después de cien años, se olvidaron por completo de la pronunciación original (Y H V H) porque siempre decían «Adonay» (el Señor).

En la Edad Media (1.000 a 1.500 años después de Cristo) los hebraístas (que estudiaban el idioma hebreo antiguo) empezaron a poner vocales entre las consonantes del idioma hebreo. Y cuando les tocó colocar vocales en la palabra hebrea Y H V H encontraron muchas dificultades.


Por no conocer la pronunciación original de las cuatro consonantes que en las letras castellanas corresponden a YHVH y en letras latinas a JHVH, y para recordar al lector que por respeto debía decir: «Edonay»
Los Evangelistas, pusieron las tres vocales (e, o, a) de la palabra Edonay; quedando Jehová. En los años 1600 comenzaron a traducir la Biblia a todas las lenguas, y colocando como nombre propio de Dios, este nombre «Jehová» literalmente en los distintos idiomas.


Los católicos se basan en los hebraístas modernos (los que estudian el idioma hebreo) que están de acuerdo que la manera original y primitiva de pronunciar el nombre de Dios debía haber sido «Yahvé» y no «Jehová».
«Yahvé» es una forma del verbo «havah» (ser, existir) y significa: «Yo soy el que es» y «Jehová» no es ninguna forma del verbo «ser».


Pero no se enganchen en discusiones desagradables, no tiene mayor importancia cual es la verdadera pronunciación. De hecho a Dios se le conoce por muchos nombres. Y lo más importante, los nombres de Dios no son diferentes Personalidades de Dios.

¿Tú nombre cuál es? Roberto Zepeda Escalante por decir un nombre. No me sentiré seis personas distintas si me llaman "Beto", "Papá", "Compadre", "Hermano", "Papito" o "Cosita".
El cuerpo, alma y espíritu del que estas formado, está más allá de cualquier mote o denominación.


Los nombres de Dios en el Antiguo Testamento

Los israelitas del Antiguo Testamento empleaban muchos nombres para referirse a Dios.
Los nombres más importantes, son:

En Ex. 6, 7 «Elohim», que significa: «El Dios fuerte y Poderoso».

En el Salmo 94 encontramos «Adonay» o «Edonay», que en castellano es «El Señor».

En Gén. 17, 1 «Shadday» que quiere decir el Dios de la montaña.

Isaías (7, 14) habla de «Emmanuel» que significa «Dios con nosotros».

Y hay muchos nombres más en el Antiguo Testamento, como por ejemplo: Dios Poderoso, el Dios Vivo, el Santo de Israel, el Altísimo, Dios Eterno, El Dios de la Justicia, etc.


99 nombres de Dios


En árabe, "los nombres más hermosos", también llamados los noventa y nueve nombres de Dios o noventa y nueve nombres de Alá, son las formas de referirse a Dios en el Islam.

Los Ulemas musulmanes piensan, generalmente, que Dios tiene más nombres, aunque no son conocidos. En particular existe bastante literatura sobre un centésimo nombre, que ha sido objeto de especulaciones esotéricas y místicas piensan que este nombre número 100 sería el auténtico nombre de Dios, ya que todos los demás son adjetivos que lo describen.

El Señor tiene noventa y nueve nombres accesibles al entendimiento humano; noventa y nueve atributos: es justo, misericordioso, todopoderoso, etcétera. Pero tiene un centésimo nombre que brilla en los cielos. El que llega a aprenderlo, se eleva por encima de la condición humana; en él residen el pensamiento y el poder infinitos; él es el Maestro del Nombre.

Los Noventa y nueve nombres de Dios son:


1. Al-Ahad El Único
2. Ar-Rahman El Más Misericordioso
3. Ar-Raheem El Más Compasivo
4. Al-Malik El Supremo Soberano
5. Al-Quddus El Más Santo
6. As-Salam La Fuente de Paz
7. Al-Mu'min El Dador de Fe, Protección y Seguridad
8. Al-Muhaimin El Protector y Guardián
9. Al-Azeez El Incomparable y sin paralelo
10. Al-Yabbar El Comandante
11. Al-Mutakabbir El Supremo en Orgullo y Grandeza
12. Al-Khaliq El Creador
13. Al-Bari El Administrador y Hacedor
14. Al-Musawwir El Forjador
15. Al-Ghaffar El Muy Perdonador
16. Al-Qahhar El Dominador
17. Al-Wahhab El Dador de Todo
18. Ar-Razzaq El Proveedor y Sustentador
19. Al-Fattah El Sustentador
20. Al-Aleem El Omnisciente
21. Al-Qabid El Despojador
22. Al-Basit El Que Da Abundantemente
23. Al-Khafid El Que Da Humildad
24. Ar-Rafi' El Exaltado
25. Al-Mu'izz El Dispensador de Honores
26. Al-Mudhill El Que Humilla
27. As-Sami' El Que Escucha todo,El Oyente
28. Al-Baseer El Veedor de todo
29. Al-Hakam El Juez
30. Al-Adl El Justo
31. Al-Lateef El Sutil
32. Al-Khabeer El Todo Pendiente
33. Al-Haleem El Paciente
34. Al-Atheem El Magnífico
35. Al-Ghafur El Perdonador y El que esconde las faltas
36. Ash-Shakur El Que Recompensa el Agradecimiento
37. Al-'Ali El Más Grande
38. Al-Kabir El Verdadero Grandioso
39. Al-Hafith El Preservador
40. Al-Muqeeth El Mantenedor
41. Al-Haseeb El Considerado
42. Al-Jaleel El Poderoso
43. Al-Kareem El Generoso
44. Ar-Raqeeb El Observador
45. Al-Mujeeb El Respondedor
46. Al-Wasi El todo Comprensivo
47. Al-Hakeem El Sabio
48. Al-Wadud El Digno de Ser Amado
49. Al-Majeed El Majestuoso
50. Al-Ba'ith El Resurrector
51. Ash-Shahid El Testigo
52. Al-Haqq El de la Última Verdad
53. Al-Wakeel El Digno y Último de Confianza
54. Al-Qawi El Poseedor de toda Fuerza
55. Al-Matin El Firme
56. Al-'Walee El Gobernador
57. Al-Hameed El Que Vale la Pena
58. Al-Muhsi El Calculador
59. Al-Muhyi El Dador de Vida
60. Al-Mubdi El Originador
61. Al-Mueed El Restaurador
62. Al-Mumeet El Tomador de Vida
63. Al-Hayy El Por Siempre Viviente
64. Al-Qaiium El Existente por Sí Mismo
65. Al-Wahid El Que Es Único
66. Al-Majid El Glorificado
67. Al-Wajid El Fundador Sin Necesidades
68. As-Samad El Satisfactor de toda Necesidad
69. Al-Qadeer El Todo Poderoso
70. Al-Muqtadir El Dador de Poder sobre las Cosas
71. Al-Muqaddim El Que Causa Avance
72. Al-Mu'akhir El Que Causa Retraso
73. Al-Awwal El Primero
74. Al-Akhir El Último
75. Ad-Thahir El Manifestado
76. Al-Batin El Oculto
77. Al-Wali El Que Tiene Cargo sobre Todo
78. Al-Muta'ali El Más Altamente Exaltado
79. Al-Barr El Benéfico
80. At-Tawwab El Que Acepta el Arrepentimiento
81. Al-Muntaqim El Vengador
82. Al-Afu El Perdonador
83. Ar-Ra'uf El Más Compasivo
84. Malik Al-Mulk El Poseedor de Todo
85. Dhul-Jalal Wal-ikram El Señor De La Majestuosidad y la Generosidad
86. Al-Muqsit El Proveedor de Equidad
87. Al-Jami El Recogedor
88. Al-Ghani El Independientemente Rico
89. Al-Mughni El Enriquecedor
90. Al-Mani' El Que Previene el Daño
91. Ad-Darr El Creador De lo que hace Daño
92. An-Nafi' El Creador de lo Bueno
93. An-Nur La Luz
94. Al-Hadi El Creador De La Guía
95. Al-Badi El Originador de la Creación
96. Al-Baqi El Siempre Eterno
97. Al-Warith El Último Heredador
98. Ar-Rasheed El Maestro Correcto
99. As-Sabur El Paciente
En Resumen este relato nos narra: un monasterio tibetano alquila una poderosa máquina de cálculo a un laboratorio neoyorquino; se pide que el ordenador sea programado para obtener todas las combinaciones posibles de palabras con nueve letras o menos; el objetivo: los lamas del monasterio llevan tres siglos redactando una lista de los posibles nombres de Dios; aseveran que sin la máquina, la tarea les llevará quince siglos más.


Cuando el director del laboratorio les pregunta cuál es la finalidad de ese trabajo, uno de los lamas responde:
"Puede llamarlo ritual, pero tiene gran importancia para nuestra fe. Los nombres del Ser Supremo –Dios, Júpiter, Jehová, Alá- no son más que rótulos escritos por los hombres. Tenemos la certidumbre de que, entre todas las combinaciones de letras, se encuentran los verdaderos nombres de Dios. Nuestro fin es hallarlos y redactarlos todos".


Lamas y neoyorquinos se ponen de acuerdo; la máquina es programada con el alfabeto tibetano; la labor –que sin el artefacto tomaría mil quinientos años- se reducirá a escasas tres meses; dos ingenieros norteamericanos se trasladan al Tíbet y ponen en funcionamiento el súper-ordenador: día tras día, durante tres meses, sus computaciones son impresas en miles y miles de folios, llenos de inscripciones aparentemente absurdas, caóticas.


Con paciencia, los lamas inspeccionan cada combinación; creen que cuando todos los nombres de Dios hayan sido articulados, el Ser Supremo intervendrá para acabar con la ilusión de este mundo material; así, la humanidad experimentará una suerte de Nirvana colectivo (Extinción alcanzando la felicidad eterna) que la llevará directamente al mismo centro de la Conciencia Universal.


Al cumplirse el centésimo día, los ingenieros se marchan: piensan que la faena de la computadora y los lamas ha sido inútil; sin embargo, al asomarse por la ventanilla del avión que los lleva de regreso a Nueva York, se asombran al ver que los planetas y estrellas del cielo nocturno comienzan a desaparecer uno por uno…

2 comentarios:

  1. La ultima parte del relato hace referencia a un relato, cual es el nombre de este.

    Saludos

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  2. Algo de todo lo explicado acerca de YHVH coincide con lo que ha escrito Harold Bloom en "Jesús y Yahvé".
    Elohim también es el plural de "El", supremo dios fenicio, de donde aparentemente procede la deidad judía. Como se sabe, al principio se trataba de una pluralidad de dioses, y en el génesis se habla siempre en plural. Entre ellos estaba la deidad femenina Astaroth, que se corresponde con la babilonia Ishtar y la siria Astarté.

    Saludos.

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