miércoles, 24 de febrero de 2010

Estar en pareja y conservar espacios propios es posible

A quien no le haya pasado estar en pareja y que el sólo hecho de encerrarse en el escritorio a leer un libro haya sido el primer paso para iniciar una discusión, que tire la primera piedra.

Es porque, entre algunos, está muy arraigada la noción de que compartir la vida con alguien trae aparejado perder de vista la propia.



Pese a que en el común de los casos compartir se asemeje a perder, la licenciada Beatriz Goldberg asegura que compartir con la pareja sin resignar lo propio es posible.

Todas las personas, sin excepción, necesitan un espacio virtual propio . Así es que cuando alguien decide compartir su vida con otra persona deberá saber que eso no significa que en nombre de ese amor enajene su intimidad.

Si lo quieres, déjalo libre, asegura un conocido dicho. Pues de eso se trata. Al parecer,las quejas más frecuentes que se escuchan entre los miembros de una pareja están relacionadas al tiempo libre y los hobbies que cada uno quiere cultivar en él.

La manera de emplear esos tiempos es privativa de cada pareja, pero generalmente los conflictos comienzan cuando hay desacuerdo en cómo usar esos períodos.

Dos puntos a tener en cuenta para la solución de este problema serán: saber que ambos integrantes de la pareja precisan un espacio propio, una cuota de soledad a la que no deberían renunciar si no quieren. Y por otro lado, tener en claro que no se puede armar una pareja sin negociar, esto sería poner en claro las necesidades de cada uno y fijar un esquema de funcionamiento en pareja.

Una de las cuestiones clave en este punto es que resulta muy difícil admitir que hay zonas de la vida de la persona amada a las que el otro no pertenece.

Así, los amigos suelen convertirse en tema de fricción. Según Goldberg, "los amigos de él o ella pueden ser los amigos del otro, siempre y cuando esto se dé de manera natural, sin forzarlo".

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