Nadie duda de que el sexo y el dinero sean el origen de muchos problemas que surgen en la vida cotidiana. ¿Cuál influye más? ¿Están implicados? En cada caso habrá que ver lo que sucede, pero sí aparece fuerte en las consultas que reciben distintos profesionales dedicados a atender los problemas de parejas, que el dinero y la sexualidad son los motivos por los que más hombres y mujeres llegan a los consultorios para mejorar su relación, no separarse si es que queda amor y llevar su matrimonio a buen puerto.
Otros motivos de consulta frecuente son la crianza de los hijos, las familias parentales y la toma de decisiones. Desde el punto de vista del sexólogo Miguel Palmieri considera que influye fuerte en estos conflictos el sistema de creencias y las verdades absolutas que traen cada uno de los integrantes de la pareja.
“Se actúa en función de eso, la otra persona puede no compartirlo y aparecen las dificultades. Tienen que lograr una tercera posición a pesar de las diferencias”, apunta el profesional.
El dinero
El manejo del dinero es uno de los problemas que más se ve en los consultorios y está vinculado también con la toma de decisiones. El médico sexólogo Palmieri considera que “es poco romántico hablar de dinero en la etapa del enamoramiento y por eso después aparecen los problemas”.
En ese sentido, el profesional indica que esa etapa, mientras las personas se están conociendo o están de novios y todavía no se casan o no viven juntos, es la ideal para observar cómo se desenvuelven con el dinero. “Hay que fijarse si siempre tienen deudas, si compran compulsivamente, si utiliza mucho la tarjeta de crédito o si son austeros”, acota.
Por su parte, la psicóloga de familia Vilma Jilek entiende que las tensiones por el dinero que se originan en una pareja responde también a otros motivos: “Tiene mucho que ver con la forma en la que se fue construyendo la pareja. Muchas veces recurrimos a cosas más puntuales como el dinero, para echar la culpa de otros aspectos de la relación que no funcionan; de esa forma se traslada al plano económico una crisis matrimonial que tiene otro origen. Todo aquello que tiene que fortalecer la pareja no sólo puede pasar por el dinero. Si cada familia que tiene inconvenientes económicos fracasara, no quedaría ninguna”.
Deseo y obligación
Cuando las parejas consultan por problemas en sus relaciones sexuales, hay un gran abanico de matices para analizar. “Se advierte que no hay una preparación previa para un encuentro íntegro y que pasa por comenzar con gestos de ternura, acompañamiento y entendimiento y terminar en una relación sexual que es un darse total, una verdadera entrega".
"Las parejas vienen acosadas por un día complejo con distintos motivos y sienten que deben tener relaciones porque hay que cumplir con una función más. Hay que saberse preparar con un encuentro previo que comienza con una cena, gestos románticos y poner a la pareja y al acto en otra frecuencia”, explica Jilek.
Palmieri afirma que dentro de los problemas sexuales el que más aparece es el de la discronancia sexual. Esto sucede cuando baja el deseo en algunos de los integrantes de la pareja y entonces hay uno que tiene más ganas de tener relaciones sexuales que el otro.
“El problema es más grande cuando la mujer tiene más deseos que el hombre porque llega a la consulta sospechando que su pareja la engaña, que ella ya no le gusta o que a su marido ya no le preocupa lo que a ella le sucede”, indica el sexólogo.
Y agrega: “Es muy posible que nada de eso esté sucediendo y entonces viene el desafío enorme de volver a resucitar el deseo. Si la mujer tiene más deseos que el hombre muchas veces éste recurre a tomar Viagra y así no se arregla el problema”.
Jilek aporta otra arista: “Muchos adolescentes que vienen confundidos a la consulta motivados porque se sienten impotentes. Creen que el éxito de la sexualidad pasa por la potencia, la frecuencia y la duración y eso no es así. Si no hay ternura y entrega verdadera, va a ser difícil que construyan una buena relación.
Otros motivos de consulta frecuente son la crianza de los hijos, las familias parentales y la toma de decisiones. Desde el punto de vista del sexólogo Miguel Palmieri considera que influye fuerte en estos conflictos el sistema de creencias y las verdades absolutas que traen cada uno de los integrantes de la pareja.
“Se actúa en función de eso, la otra persona puede no compartirlo y aparecen las dificultades. Tienen que lograr una tercera posición a pesar de las diferencias”, apunta el profesional.
El dinero
El manejo del dinero es uno de los problemas que más se ve en los consultorios y está vinculado también con la toma de decisiones. El médico sexólogo Palmieri considera que “es poco romántico hablar de dinero en la etapa del enamoramiento y por eso después aparecen los problemas”.
En ese sentido, el profesional indica que esa etapa, mientras las personas se están conociendo o están de novios y todavía no se casan o no viven juntos, es la ideal para observar cómo se desenvuelven con el dinero. “Hay que fijarse si siempre tienen deudas, si compran compulsivamente, si utiliza mucho la tarjeta de crédito o si son austeros”, acota.
Por su parte, la psicóloga de familia Vilma Jilek entiende que las tensiones por el dinero que se originan en una pareja responde también a otros motivos: “Tiene mucho que ver con la forma en la que se fue construyendo la pareja. Muchas veces recurrimos a cosas más puntuales como el dinero, para echar la culpa de otros aspectos de la relación que no funcionan; de esa forma se traslada al plano económico una crisis matrimonial que tiene otro origen. Todo aquello que tiene que fortalecer la pareja no sólo puede pasar por el dinero. Si cada familia que tiene inconvenientes económicos fracasara, no quedaría ninguna”.
Deseo y obligación
Cuando las parejas consultan por problemas en sus relaciones sexuales, hay un gran abanico de matices para analizar. “Se advierte que no hay una preparación previa para un encuentro íntegro y que pasa por comenzar con gestos de ternura, acompañamiento y entendimiento y terminar en una relación sexual que es un darse total, una verdadera entrega".
"Las parejas vienen acosadas por un día complejo con distintos motivos y sienten que deben tener relaciones porque hay que cumplir con una función más. Hay que saberse preparar con un encuentro previo que comienza con una cena, gestos románticos y poner a la pareja y al acto en otra frecuencia”, explica Jilek.
Palmieri afirma que dentro de los problemas sexuales el que más aparece es el de la discronancia sexual. Esto sucede cuando baja el deseo en algunos de los integrantes de la pareja y entonces hay uno que tiene más ganas de tener relaciones sexuales que el otro.
“El problema es más grande cuando la mujer tiene más deseos que el hombre porque llega a la consulta sospechando que su pareja la engaña, que ella ya no le gusta o que a su marido ya no le preocupa lo que a ella le sucede”, indica el sexólogo.
Y agrega: “Es muy posible que nada de eso esté sucediendo y entonces viene el desafío enorme de volver a resucitar el deseo. Si la mujer tiene más deseos que el hombre muchas veces éste recurre a tomar Viagra y así no se arregla el problema”.
Jilek aporta otra arista: “Muchos adolescentes que vienen confundidos a la consulta motivados porque se sienten impotentes. Creen que el éxito de la sexualidad pasa por la potencia, la frecuencia y la duración y eso no es así. Si no hay ternura y entrega verdadera, va a ser difícil que construyan una buena relación.
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