Las parejas que viven juntas suelen hacer que sus relaciones sean pausadas llenas de sensualidad y valorando tanto el antes como el después. Pero algunas veces cuando las circunstancias son apropiadas, la urgencia del deseo o las ganas de aventura pueden llevar a tener unas relaciones rápidas, porque ... simplemente no puedes esperar.
La mayoría de las parejas sienten sus relaciones como un ritual. Hacen el amor de una manera “muy académica” y perfectamente predecible, no importa lo complicado que este ritual sea. Pero hay algunos que necesitan o les gusta cambiar sus costumbres y buscan otros lugares u otras ocasiones para que su vida sexual no esté tan ritualizada.
El gozo del sexo rápido, cuando los dos lo desean así, ha sido denostado por todos los manuales sexuales al uso. Se ha hecho hincapié en las relaciones sexuales tranquilas con tiempo, apreciando la piel en toda su extensión y alargando los tiempos de cada uno de las fases de la respuesta sexual tanto o más cada vez.
Vuelta a los orígenes
Cuando la pareja ya ha experimentado todo lo que la relación pausada y lenta puede ofrecer y están un poco cansados de esta forma de hacer el amor, es bueno volver a las urgencias del principio, a la locura de los primeros tiempos cuando el impulso sexual era tan intenso que en cualquier sitio y de cualquier forma valía.
La mayoría de las parejas de hoy se creen más sabios y mejor preparados que las generaciones que les precedieron, pero el saber más no es garantía de pasarlo mejor. Tan enjaulado puede estar el deseo sexual si su jaula es de vergüenza o culpa como si es de técnicas y posturas. Recuperar el placer de la seducción inesperada, de la conquista súbita es reto para los amantes experimentados y para los que les gusta experimentar.
Es sexo rápido tiene un gran valor por si mismo, a veces, cuando se sabe tanto el día como la hora de las relaciones, uno deja de sentirse valioso como ser sexuado y es necesario recuperar esa sensación. Sentir como los ojos del otro se iluminan con nuestra presencia es algo mucho más importante que todas las técnicas del mundo, el sexo rápido nos la proporciona de una manera instantánea. A través de él tomas conciencia de lo atractivo/a que eres para tu pareja y de lo que te quiere como compañera/o de aventuras eróticas.
Algunas mujeres comentan que para ellas el sexo rápido les es mucho mas excitante que cualquier otra técnica. Como no está planeado les impide sentirse avergonzadas o culpables y con su torbellino les ayuda a sentir el orgasmo fácilmente. A ninguna mujer en su sano juicio le gusta ser violada pero muchas mujeres sienten que sus culpas y suspicacias con respecto al sexo desaparecen si se sienten tomadas de forma brusca por el hombre que ellas aman.
A veces el sexo rápido está asociado a riesgo, tener relaciones en lugares “prohibidos” o donde hay peligro de ser descubiertos añade un extra de morbo que algunas parejas han descubierto como necesario para disfrutar plenamente de sus relaciones sexuales.
De este tipo de relaciones deriva el nombre de “quiqui” que mucha gente le da a las relaciones sexuales, esta palabra es una deformación del término inglés “quickly” que es como se dice en esta lengua “sexo rápido”. El tipo de posturas que pueden emplearse para “echar un quiqui” suelen ser distintas de las que se emplean en otras situaciones más tranquilas. Al usar movimientos de cuerpo y posturas no tan familiares el deseo se acrecienta y el sexo recupera parte de la frescura perdida cuando los movimientos y las posturas son archiconocidos.
Consejos para echar un "quiqui"
La mayoría de los “quiquis” suelen hacerse a medio vestir. Esto tambien es muy gratificante para la mayoría de la gente. La imagen de la protagonista de “El cartero siempre llama dos veces” levantándose la falda y dejándose caer en la mesa de la cocina, mientras él se desabrochaba rápidamente los botones de la bragueta, forma ya parte del imaginario erótico de todas las personas que vieron esa película.
Hay muchos hombres y mujeres que se sienten más excitados cuando sienten que su pareja les toca a través de la ropa ya que el tacto de esta puede ser doblemente erótico. A otros les gusta recordar sus tiempos de adolescentes cuando hacían el amor en casa de los padres sintiendo el regustillo del miedo a que pudieran aparecer en cualquier momento.
Pero para la mayoría un “quiqui” es la realización de una fantasía. Tener relaciones en lugares exóticos como en el mar, en una playa o en una pradera escondida. O en lugares con gente como unos lavabos públicos o en un cine. Otros sueñan con trenes, aviones o barcos. Todo es cuestión de preparar un poco el escenario. Cualquier cosa es posible cuando estamos hablando de sexo rápido.
El tiempo y el lugar para los “quiquis” pueden tener variaciones infinitas. Si tienes ganas, que es lo mas importante, procura llevar ropas que puedan quitarse con facilidad, mejor falda que pantalones para ellas, pantalones holgados para ellos, los panties terminantemente prohibidos y si te atreves prepara tu “quiqui” no llevando bragas, él se sentirá gratamente sorprendido.
El que toma la iniciativa en este juego no tiene porqué ser él siempre. Ella tambien puede prepararse y se te da vergüenza pedírselo prepárate de tal manera que el lo entienda sin palabras.
Posibles lugares
• En la mesa de la cocina.
• En el cuarto de baño durante una cena en casa de unos amigos.
• Durante un paseo por el bosque apoyados en un árbol.
• En una mecedora.
• En el mar.
• En una playa de noche.
• En el asiento de atrás del coche de unos amigos.
• En un columpio de un parque vacío.
• En la fila de atrás de un cine.
• En el ascensor.
• En el rellano de la escalera.
La mayoría de las parejas sienten sus relaciones como un ritual. Hacen el amor de una manera “muy académica” y perfectamente predecible, no importa lo complicado que este ritual sea. Pero hay algunos que necesitan o les gusta cambiar sus costumbres y buscan otros lugares u otras ocasiones para que su vida sexual no esté tan ritualizada.
El gozo del sexo rápido, cuando los dos lo desean así, ha sido denostado por todos los manuales sexuales al uso. Se ha hecho hincapié en las relaciones sexuales tranquilas con tiempo, apreciando la piel en toda su extensión y alargando los tiempos de cada uno de las fases de la respuesta sexual tanto o más cada vez.
Vuelta a los orígenes
Cuando la pareja ya ha experimentado todo lo que la relación pausada y lenta puede ofrecer y están un poco cansados de esta forma de hacer el amor, es bueno volver a las urgencias del principio, a la locura de los primeros tiempos cuando el impulso sexual era tan intenso que en cualquier sitio y de cualquier forma valía.
La mayoría de las parejas de hoy se creen más sabios y mejor preparados que las generaciones que les precedieron, pero el saber más no es garantía de pasarlo mejor. Tan enjaulado puede estar el deseo sexual si su jaula es de vergüenza o culpa como si es de técnicas y posturas. Recuperar el placer de la seducción inesperada, de la conquista súbita es reto para los amantes experimentados y para los que les gusta experimentar.
Es sexo rápido tiene un gran valor por si mismo, a veces, cuando se sabe tanto el día como la hora de las relaciones, uno deja de sentirse valioso como ser sexuado y es necesario recuperar esa sensación. Sentir como los ojos del otro se iluminan con nuestra presencia es algo mucho más importante que todas las técnicas del mundo, el sexo rápido nos la proporciona de una manera instantánea. A través de él tomas conciencia de lo atractivo/a que eres para tu pareja y de lo que te quiere como compañera/o de aventuras eróticas.
Algunas mujeres comentan que para ellas el sexo rápido les es mucho mas excitante que cualquier otra técnica. Como no está planeado les impide sentirse avergonzadas o culpables y con su torbellino les ayuda a sentir el orgasmo fácilmente. A ninguna mujer en su sano juicio le gusta ser violada pero muchas mujeres sienten que sus culpas y suspicacias con respecto al sexo desaparecen si se sienten tomadas de forma brusca por el hombre que ellas aman.
A veces el sexo rápido está asociado a riesgo, tener relaciones en lugares “prohibidos” o donde hay peligro de ser descubiertos añade un extra de morbo que algunas parejas han descubierto como necesario para disfrutar plenamente de sus relaciones sexuales.
De este tipo de relaciones deriva el nombre de “quiqui” que mucha gente le da a las relaciones sexuales, esta palabra es una deformación del término inglés “quickly” que es como se dice en esta lengua “sexo rápido”. El tipo de posturas que pueden emplearse para “echar un quiqui” suelen ser distintas de las que se emplean en otras situaciones más tranquilas. Al usar movimientos de cuerpo y posturas no tan familiares el deseo se acrecienta y el sexo recupera parte de la frescura perdida cuando los movimientos y las posturas son archiconocidos.
Consejos para echar un "quiqui"
La mayoría de los “quiquis” suelen hacerse a medio vestir. Esto tambien es muy gratificante para la mayoría de la gente. La imagen de la protagonista de “El cartero siempre llama dos veces” levantándose la falda y dejándose caer en la mesa de la cocina, mientras él se desabrochaba rápidamente los botones de la bragueta, forma ya parte del imaginario erótico de todas las personas que vieron esa película.
Hay muchos hombres y mujeres que se sienten más excitados cuando sienten que su pareja les toca a través de la ropa ya que el tacto de esta puede ser doblemente erótico. A otros les gusta recordar sus tiempos de adolescentes cuando hacían el amor en casa de los padres sintiendo el regustillo del miedo a que pudieran aparecer en cualquier momento.
Pero para la mayoría un “quiqui” es la realización de una fantasía. Tener relaciones en lugares exóticos como en el mar, en una playa o en una pradera escondida. O en lugares con gente como unos lavabos públicos o en un cine. Otros sueñan con trenes, aviones o barcos. Todo es cuestión de preparar un poco el escenario. Cualquier cosa es posible cuando estamos hablando de sexo rápido.
El tiempo y el lugar para los “quiquis” pueden tener variaciones infinitas. Si tienes ganas, que es lo mas importante, procura llevar ropas que puedan quitarse con facilidad, mejor falda que pantalones para ellas, pantalones holgados para ellos, los panties terminantemente prohibidos y si te atreves prepara tu “quiqui” no llevando bragas, él se sentirá gratamente sorprendido.
El que toma la iniciativa en este juego no tiene porqué ser él siempre. Ella tambien puede prepararse y se te da vergüenza pedírselo prepárate de tal manera que el lo entienda sin palabras.
Posibles lugares
• En la mesa de la cocina.
• En el cuarto de baño durante una cena en casa de unos amigos.
• Durante un paseo por el bosque apoyados en un árbol.
• En una mecedora.
• En el mar.
• En una playa de noche.
• En el asiento de atrás del coche de unos amigos.
• En un columpio de un parque vacío.
• En la fila de atrás de un cine.
• En el ascensor.
• En el rellano de la escalera.
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