Meryl Streep lo tiene claro, si tuviera que empezar ahora su carrera como actriz... sería abogada. La protagonista de 'La habitación de Marvin' ha declarado que siente "pena" por las actrices jóvenes porque sufren mucha presión por parte de los medios, así que ella preferiría dedicarse a las leyes antes que ponerse delante de una cámara.
A la actriz, de 60 años, no le gusta nada cómo se trata a las actrices jóvenes hoy en día. Aunque Meryl Streep comenzó su carrera con sólo 17, ha explicado que las condiciones de entonces eran mejores que las actuales, pues los medios no ejercían tanta presión sobre ellas.
"El mundo era distinto cuando yo era una joven actriz. Ahora hay mucho escrutinio, todo el mundo está muy pendiente de sí mismo, y eso arruina tus habilidades interpretativas", ha declarado Meryl a la revista 'Stylist'.
"Los actores jóvenes consumen todo su tiempo en preocuparse por el aspecto que tienen, en lugar de pensar en sus personajes", ha añadido. Por eso, si ella tuviera que empezar ahora su carrera ante las cámaras, se decidiría por hacer algo muy diferente: ser abogada.
"Me encantaba actuar pero pensaba que era algo frívolo. Recuerdo decirme a mí misma: 'Oh sí, vas a ser actriz, seguro. Qué estupidez'. Pensé en hacer algo serio con mi vida, iba a ser una abogada sobre medio ambiente", ha explicado en la entrevista.
Pero finalmente una casualidad hizo que siguiera su instinto y acabara convirtiéndose en la actriz que es hoy: "Me quedé dormida el día que se hacía el examen de admisión para la facultad de derecho. Lo tomé como una señal del cielo y me quedé en la escuela de interpretación".
A la actriz, de 60 años, no le gusta nada cómo se trata a las actrices jóvenes hoy en día. Aunque Meryl Streep comenzó su carrera con sólo 17, ha explicado que las condiciones de entonces eran mejores que las actuales, pues los medios no ejercían tanta presión sobre ellas.
"El mundo era distinto cuando yo era una joven actriz. Ahora hay mucho escrutinio, todo el mundo está muy pendiente de sí mismo, y eso arruina tus habilidades interpretativas", ha declarado Meryl a la revista 'Stylist'.
"Los actores jóvenes consumen todo su tiempo en preocuparse por el aspecto que tienen, en lugar de pensar en sus personajes", ha añadido. Por eso, si ella tuviera que empezar ahora su carrera ante las cámaras, se decidiría por hacer algo muy diferente: ser abogada.
"Me encantaba actuar pero pensaba que era algo frívolo. Recuerdo decirme a mí misma: 'Oh sí, vas a ser actriz, seguro. Qué estupidez'. Pensé en hacer algo serio con mi vida, iba a ser una abogada sobre medio ambiente", ha explicado en la entrevista.
Pero finalmente una casualidad hizo que siguiera su instinto y acabara convirtiéndose en la actriz que es hoy: "Me quedé dormida el día que se hacía el examen de admisión para la facultad de derecho. Lo tomé como una señal del cielo y me quedé en la escuela de interpretación".
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