lunes, 8 de diciembre de 2008

REFLEXIÓN: ¿SABEMOS CUANTO VALEMOS EN REALIDAD?


Alfredo, con el rostro abatido de pesar se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café.Deprimido descargó en ella sus angustias...que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación...todo parecía estar mal en su vida.


Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 50 dólares y le dijo: - Alfredo, quieres este billete ? Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo: - Claro Marisa...son 50 dólares, quién no los querría ? Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a Alfredo volvió a preguntarle: - Y ahora igual lo quieres ? - Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 dólares, claro que los tomaré si me lo entregas. Entonces Marisa desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. - Lo sigues queriendo ? - Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 50 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor...

- Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES siendo tan valioso como siempre lo hayas sido...lo que debes preguntarte es CUANTO VALES en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado. Alfredo se quedó mirando a Marisa sin decir palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Marisa puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: - Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal...pero me debes un billete NUEVO de 50 dólares para poder usar con el próximo amigo que lo necesite !!

Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente MERECEMOS MAS y que PODEMOS CONSEGUIRLO si nos lo proponemos ? Claro que el mero propósito no alcanza...se requiere de la ACCIÓN para lograr los beneficios. Yo sé que se puede y que existen innumerables caminos para conseguirlo.

El ser humano tiene un valor incalculable, pero este afán por alejarnos de la naturalidad con la que nacimos nos lleva a veces a pensar que somos diferentes a los demás y que nuestro valor es ínfimo. Primero hay que pensar en lo que verdaderamente nos apasiona y con tranquilidad ponernos un objetivo, es entonces cuando habremos empezado a poner la semilla para que crezca el arbol, lo demás es paciencia y lucha constante a la espera del nacimiento del arbol que es nuestra ilusión y por lo que luchamos. No nos menospreciemos ni menospreciemos a los demás para ocultar un malestar interno que nos provoca un rechazo hacia nosotros mismos y que conlleva un parón en nuestro crecimiento vital.

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