La anticoncepción de emergencia está dejando de ser cosa de jovencitas desprevenidas y empieza a hacerse un hueco entre divorciadas de 40 años.
Este auge de la píldora del día después en la región empezó hace un lustro. Por aquel entonces eran pocas las maduras que la tomaban. Ahora ya son unas 3.000 cada año (un 5% de todas las pacientes).
Esta tendencia se debe a que «hay muchas de esa edad que están separadas que tienen relaciones esporádicas y que no toman anticonceptivos hormonales porque no tienen pareja estable », apunta Antonio Casaubón, presidente de la Federación de Sociedades de Sexología.
Confían en que es más difícil embarazarse
«A los 40, las que no tienen marido dejan de tomar anticonceptivos porque a esa edad los efectos secundarios aumentan», subraya Casaubón. Así, la anticoncepción hormonal es vista más como un problema que como una ventaja por estas mujeres, porque «tienen hábitos poco saludables, fuman y tomar tantos estrógenos no suele irles bien», apunta Casaubón.
A los 40 no se toman anticonceptivos hormonales porque a esa edad aumentan los efectos secundarios
Otras se confían y «piensan que a los 40 es difícil embarazarse», señala Ester de la Viuda, presidenta de la Sociedad de Anticoncepción.Para ellas, Casaubón recomienda el preservativo. «Los métodos más seguros son los de barrera, y la mujer aún tiene que asumir que usar condón no es cosa sólo de hombres». Pese a este repunte de mujeres maduras que recurren a la píldora del día después, el uso de este fármaco en la región se ha estancado.
Más de 57.000 píldoras cada año
En 2001, cuando se empezaron a dispensar Norlevo y Postinor (nombres comerciales de la píldora del día después), se vendieron en farmacias madrileñas 18.306 dosis. En 2005 fueron 57.959; en 2006, 57.300; y el año pasado, 57.800, según datos del International Marketing Studies (IMS )y del laboratorio Chiesi. Este estancamiento se debe a que «la gente se ha vuelto más responsable en sus relaciones sexuales», indican desde Chiesi.
Por contra, para Empar Pineda, de la Asociación de Clínicas Abortistas, «el uso de protección todavía es muy bajo». De los métodos anticonceptivos, el que ha experimentado una subida más espectacular es el anillo vaginal. En 2003 se vendieron 2.811; tres años después subieron a 20.730; en 2007, 29.128; y en los dos primeros meses de este años ya van 30.001, según datos de Organon, el fabricante.
Este auge de la píldora del día después en la región empezó hace un lustro. Por aquel entonces eran pocas las maduras que la tomaban. Ahora ya son unas 3.000 cada año (un 5% de todas las pacientes).
Esta tendencia se debe a que «hay muchas de esa edad que están separadas que tienen relaciones esporádicas y que no toman anticonceptivos hormonales porque no tienen pareja estable », apunta Antonio Casaubón, presidente de la Federación de Sociedades de Sexología.
Confían en que es más difícil embarazarse
«A los 40, las que no tienen marido dejan de tomar anticonceptivos porque a esa edad los efectos secundarios aumentan», subraya Casaubón. Así, la anticoncepción hormonal es vista más como un problema que como una ventaja por estas mujeres, porque «tienen hábitos poco saludables, fuman y tomar tantos estrógenos no suele irles bien», apunta Casaubón.
A los 40 no se toman anticonceptivos hormonales porque a esa edad aumentan los efectos secundarios
Otras se confían y «piensan que a los 40 es difícil embarazarse», señala Ester de la Viuda, presidenta de la Sociedad de Anticoncepción.Para ellas, Casaubón recomienda el preservativo. «Los métodos más seguros son los de barrera, y la mujer aún tiene que asumir que usar condón no es cosa sólo de hombres». Pese a este repunte de mujeres maduras que recurren a la píldora del día después, el uso de este fármaco en la región se ha estancado.
Más de 57.000 píldoras cada año
En 2001, cuando se empezaron a dispensar Norlevo y Postinor (nombres comerciales de la píldora del día después), se vendieron en farmacias madrileñas 18.306 dosis. En 2005 fueron 57.959; en 2006, 57.300; y el año pasado, 57.800, según datos del International Marketing Studies (IMS )y del laboratorio Chiesi. Este estancamiento se debe a que «la gente se ha vuelto más responsable en sus relaciones sexuales», indican desde Chiesi.
Por contra, para Empar Pineda, de la Asociación de Clínicas Abortistas, «el uso de protección todavía es muy bajo». De los métodos anticonceptivos, el que ha experimentado una subida más espectacular es el anillo vaginal. En 2003 se vendieron 2.811; tres años después subieron a 20.730; en 2007, 29.128; y en los dos primeros meses de este años ya van 30.001, según datos de Organon, el fabricante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario