jueves, 14 de mayo de 2009

El 20% del co2 del planeta se genera por incendios


Los incendios forestales, además de provocar la deforestación y la pérdida de hábitats, son también los responsables del 20% de las emisiones de dióxido de carbono que se producen como consecuencia de las actividades humanas.
Fuego y clima son un binomio que tiene, al menos, 400 millones de años, desde que las plantas empezaron a colonizar la Tierra. Si en aquellos orígenes el fuego aparecía a consecuencia de fenómenos naturales como rayos o vulcanismo, actualmente casi el 100% de los incendios tienen como origen actividades humanas, concluye una investigación de la Universidad de Tasmania, en Hobart (Australia) que se publica hoy en la revista Science.
Los autores del estudio, dirigidos por David Bowman, evaluaron cómo el fuego afecta al sistema de la Tierra a través de los ecosistemas, la biodiversidad, las reservas de carbono y el clima. Y advierten de que la capacidad actual para controlar los incendios podría disminuir en el futuro a medida que el cambio climático altera los patrones de los incendios.
A más calor y sequías, más incendios, más devastadores y de más difícil control, aunque no siempre es así. Los grandes incendios provocados en las selvas del Amazonas y Malasia para ganar tierras para la agricultura y la ganadería no necesitan del calor porque están alimentados artificialmente. Pero en ambos casos potencian el cambio climático.
Y no sólo eso, las partículas en suspensión y los humos de los fuegos dificultan el efecto alvedo, que es el que refleja los rayos solares de nuevo hacia la atmósfera, contribuyendo más al efecto invernadero y al calentamiento, lo que a su vez potencia los fuegos en las zonas más áridas.
Según los investigadores, este riesgo de descontrol es difícil de evaluar debido a que los fuegos siguen estando mal representados en los modelos globales, que hasta ahora no los han tenido en gran consideración. De hecho, 12 años después de la firma del Protocolo de Kioto será cuando se intente un acuerdo global de control de los incendios forestales, por su elevada participación en las emisiones de CO2, que son más que lo que emiten todos los sistemas de transporte en la Tierra. Es decir, vehículos, barcos y aviones.
Los autores indican que durante la pasada década, se han producido grandes fuegos incontrolados en todos los continentes con vegetación, independientemente de la capacidad nacional de combatirlos o de las estrategias de control.
Los científicos añaden que junto a sus elevados costes económicos, con efectos en la salud humana, estos incendios conducen a una variedad de ciclos de retroalimentación distintos en los que participan el carbono fijado en los árboles, la vegetación, los suelos y la atmósfera, cuya sinergia es aún poco conocida y habría que estudiar.

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