Los organismos vivos absorven de una manera u otra carbono de la atmósfera , en forma de dióxido de carbono, y lo incorporan a sus tejidos. El carbono presente en la atmósfera contiene una pequeña parte de carbono radiactivo: el isótopo Carbono-14 (C-14). Mientras el vegetal está vivo, la proporción de C-14 es la misma que en la atmósfera. Cuando este muere, la cantidad de C-14 disminuye paulatinamente a medida que pasa el tiempo (al ser radiactivo se desintegra de forma progresiva ). De este modo, la proporción de C-14 que contengan los restos a analizar, en un momento dado, permite conocer cuanto hace que el organismo ha muerto.
vía http://www.todointeresante.com/2008/11/baterias-de-clorofila-las-nuevas-pilas.html
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