domingo, 11 de mayo de 2008

EL MUNDO DE LOS MANDALAS




Muy pocos sabéis de esta afición que tengo desde hace tiempo. La verdad es que esta técnica la conozco hace ya algunos años. No tengo un momento establecido para dedicarle, pero cuando me sumerjo en ella realmente lo agradezco muchísimo. Es increíble cómo llegas a desconectar, coger colores sin vacilar, no piensas cómo lo estás haciendo simplemente lo haces. Te evades de todo, en ese momento sois el dibujo y tú, no hay nada más. Cuando empiezas, verdaderamente no puedes parar. A partir de hoy, compartiré con vosotros algunos de ellos; además de muchas otras cosas.



"Mandala" es una palabra originaria del sánscrito, el idioma clásico de la India. Significa simplemente "círculo". Los mandalas son muy importantes en el budismo pues sirven de instrumento para la meditación religiosa. Los más conocidos son de monjes tibetanos: son figuras gigantes hechas de arena de colores en el suelo de los monasterios cuya creación se prolonga durante semanas. Cuando el mandala está terminado, los monjes lo destruyen, puesto que lo importante no es la obra de arte terminada, sino el proceso de creación. El camino es la meta.

Son dibujos de forma concéntrica utilizados desde tiempos ascentrales para conseguir una armonía personal. Soporte material para llegar a la meditación, tanto al observarlos, como al dibujarlos o pintarlos.

"Pintar" es mucho más que llenar una hoja de papel con colores vivos. Es un ritual, una danza alrededor del centro con ayuda de los colores que dejan su huella. Pintar un mandala no necesita ni requiere perfección, incluso un mandala coloreado en parte, "no terminado" es válido; a veces incluso brilla especialmente a causa de la parte blanca no coloreada en él.

Si se pinta el mismo motivo en diferentes momentos o lo hacen personas distintas, será sorprendente ver la diferencia y riqueza de los resultados.

La calma es necesaria para pintar mandalas. La calma ayuda a encontrar el camino hacia el interior. Si pintamos o coloreamos mandalas de vez en cuando, nos daremos cuenta que los dibujos y colores que utilizamos van variando en función de nuestro estado de ánimo. Con la práctica puedes llegar a un bonito estado de autoconocimiento. Ya que muchas veces, nuestros miedos o preocupaciones no se encuentran en nuestra mente consciente, sino en el subconciente.

La regla principal al pintar mandalas es que no existen reglas. Puedes pintar desde dentro hacia fuera, viceversa o como realmente sientas en el momento en el que lo estés haciendo. Tampoco es obligatorio pintar todas las partes blancas del papel, sólo lo que realmente sale de tu interior.


Os invito a que probéis alguna vez y veáis lo extraordinario que puede llegar a ser.

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