Los médicos de Stacey Irvine le advirtieron en todos los tonos posibles que tiene que empezar a comer otros alimentos además de los nuggets de pollo, que son sus preferidos.
Lo que ocurre es que la adolescente británica lleva 15 años de subsistencia en base a esos bocadillos fritos y podría morir.
Irvine desarrolló un gusto especial por los nuggets de pollo cuando tenía sólo dos años y desde entonces se alimenta a base de ellos en detrimento de cualquier otro plato que sea más nutritivo, o al menos menos saturado en grasas. El problema es que la chica, que jamás probó frutas ni verduras, colapsó en su trabajo y tuvo que ser hospitalizada.
Al parecer, la chica sufre de anemia y de una inflamación en las venas de su lengua, por lo que fue tratada con inyecciones de vitaminas, entre otras cosas. Irvine regresó a su casa de Castle Vale, en Birmingham, donde guarda reposo y todavía se niega a dejar de comer nuggets.
"Puedo compartir con mi novio una porción de 20 con papas fritas", explicó la chica, que trabaja en una fábrica de la zona. Los de McDonald's son mis favoritos, pero los de Kentucky Fried Chicken también me gustan mucho. Son mi comida principal todos los días", sentenció, para horror de su madre, Evonne, de 39 años.
"Me rompe el corazón ver cuando come esas cosas malditas", confesó la mujer, quien ve a su hija comer nuggets, papas fritas y una rodaja de pan a la hora del desayuno. Además de su apremiante problema de salud, la chica tiene otro inconveniente con respecto a su dieta poco equilibrada.
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