Con la excusa de una emergencia médica, y asustando a los empleados por la posible expansión de un virus, el doctor Jaroslav Bartak logró ingresar con su equipo de técnicos y actores a la embajada del Vaticano en Praga, República Checa, y filmar escenas para una película porno.
El edificio oficial sirvió de set de filmación de una película para adultos que presentaría tomas de alto contenido sexual con monjas, pecadores y hasta un cardenal. Por supuesto, en todos los casos se trataba de actores y actrices.
"Esta persona abusó de nuestra confianza", declaró Monika Vyvodova, portavoz de la embajada. Sin embargo, parece que no es de lo único que se abusó. Además de los cargos por infiltrarse en la Embajada, el doctor enfrenta a cargos por una supuesta violación a una de sus asistentes.
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